CIENAGAS
Me queda un sabor amargo en la boca cuando pienso en lo que pudo ser,
pero es imposible. Y me levanto por la mañana como si mi vida no tuviera más
remedio que seguir tal y como está. Me miro al espejo cansado, después de toda
la noche dando vueltas en la cama y pienso que sigo el camino que me han
impuesto y que sin saber el porqué, he aceptado sin más. Con ese regusto que sabe
a azúcar y canela y huele a pan recién horneado, pero que no puedo probar. Eso
es lo que me gustaría tomar, pero la vida no me da.
© Gaelia
Comentarios
Publicar un comentario