DESMONTÁNDOME POR DENTRO

La rata sonrió en aquel momento. Sí, sí, ya sé que parece una locura pero juro que vi cómo aquel animal del jodido diablo, me miró complaciente. Una rata negra maloliente con una cola muy larga. A mí siempre me gustó matarlas a tiros, en el vertedero que hay camino de Long Island. Las ratas me causan cierta angustia emocional porque creo que las calles están llenas de ellas y que roen nuestra comida. Acaso mi obsesión viene porque quise ser psicoanalista y solamente soy un escritor frustrado. Quizás es porque mi psicoanalista no es más que un psicólogo con ínfulas, que también sueña con ratas. © Gaelia 2021

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