PATERNIDADES
Serán solo cien palabras pero el monólogo llegará al público, pensaba. El director de la obra esperaba que ella supiera cómo enamorar al respetable. Era la preciosa Eva Duarte y eso era garantía de éxito. Acabó el ensayo y los comentarios de los auxiliares de sonido y luces llegaron al director, como dardos emponzoñados. Miradas que se cruzaban, silencios que se oían, reproches sin más. Producción tenía dudas y el resto de la compañía no la soportaba. Los trataba como la diva que fue hace años y se preguntaban qué tenía aquella mujer. Una hermosa mujer, madre de una hija sin padre conocido. Gaelia 2016