DESMEMORIA DE UNA RESIDENTE
Sigo observando mi trocito de cielo desde esta ventana donde paso las horas. Sentada en mi silla de ruedas, con mi transistor en la mano. El pequeño aparato que me acompaña allá donde voy porque oigo sus voces, sus melodías, sus noticias. La radio siempre ha estado en mi vida; en las tardes de canícula, en las noches de luna nueva. Ha sido mi aula de cultura, de entretenimiento, de lecturas acabadas y de amigos inolvidables. Ahora que son las 12, es la hora del Á ngelus, después E l P arte y al llegar la tarde, la novela y el C onsultorio de Elena Francis. Gaelia 2016