MITOS
Bucear en el lago que había al lado de la casa era lo que más nos gustaba.
La casa la alquilaba todos los veranos y allí pasábamos nuestras vacaciones,
rodeados de montañas y naturaleza, cerca de Bañolas. Siempre me pregunté por
qué mi padre nos hacía buscar en el fondo del lago cualquier curiosidad, ya
fuera una piedra, un objeto caído de alguna barca. Horas y horas al acecho de
cualquier tesoro descuidado o ignorado. Hoy guardo en mi casa algo que nunca
supe muy bien qué era y que mi padre quiso mantener en secreto. Una piedra de
unos cinco kilos, cincelada a mano, donde se lee claramente Tabarnia.
© Gaelia 2017
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