HASTA SIEMPRE
Ya tengo los pies fríos y sigo esperando aquí, en este
cubículo oscuro. No tengo ni siquiera una cerilla o un mechero. Con eso de ser
tan sanos, nos hemos quedado sin llevar en el bolsillo ese invento que nos evolucionó
como especie. Maldita la hora en que dejé de fumar, aunque pensándolo bien,
siempre tenía que pedir fuego al primero que pasaba por mi lado. Y este traje
que me han puesto, me aprieta un poco la sisa y el tiro es demasiado corto, lo
que hace que cargue a la izquierda. En fin, me voy a relajar que creo que
empieza mi responso.
© Gaelia
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