COLECCIONISTA DE RELOJES





Se me acercó López Lozano contándome una anécdota sobre el último partido del Betis. Estuvimos discutiendo amistosamente sobre si la jugada de Denilson en el área del Athletic Club fue o no fue penalti. Sin llegar a un acuerdo sobre la cuestión, me enseñó un reloj de esos que él suele coleccionar.  Aparte de mechero, el reloj era un artilugio que una vez pulsadas las coordenadas oportunas se convertía en trampa para visitas inoportunas o pesadas. Iba acompañado de un felpudo especial que debía ponerse en la entrada de la vivienda en cuestión. Debajo de ese felpudo se escondía un agujero que te llevaba al pozo ciego más cercano al domicilio en cuestión. Sólo hay que ojear a través de la mirilla de la puerta y pulsar las coordenadas del reloj; si el capullo que hay detrás es una visita indeseable, el felpudo se abre como si se tratara de una trampa para elefantes, llevándole a hacer el viaje sin necesidad de haber comprado billete.

Gaelia 2002




Comentarios

Entradas populares de este blog

ULTIMAS TARDES CON GAELIA

PRUEBAS MEDICAS

MÁS ALLÁ DEL AMOR