INTERCAMBIADOR
Veo tu casa desde el autobús y me pregunto si todavía
sigues ahí. Hace años yo iba a tu puerta a buscarte y tu madre salía a la
ventana a despedirnos. Recuerdo que siempre íbamos hasta la parada del 57 y la
cara de tu madre parecía tornarse en una mueca de reproche. Normalmente íbamos
hasta la zona de Las Ramblas y solíamos entrar en algún cine a ver una peli de
estreno, aunque a veces el dinero no daba para tanto y nos conformábamos con
tomar una cerveza por la Plaza Real o visitar alguna confitería de la calle
Ferran. Lo mejor de todo era cuando en verano alargábamos la ruta hasta la
Barceloneta, llegando a veces hasta las rocas del antiguo rompeolas. Volvíamos
muy tarde a tu casa y tu madre permanecía asomada, como si hubiera estado allí
durante nuestra ausencia para calmar su angustia. Conseguí que mis padres me
compraran una moto, una de aquellas Montesa 74 para ir al instituto nocturno. Los
domingos iba a recogerte con la moto y nos largábamos a donde queríamos, sin
necesidad de estar atados a un horario, a una línea, a una parada o un
transbordo. La locura juvenil nos llevó a cometer algunos excesos y, casi
siempre, eso trae consecuencias. La nuestra fue caer sobre el asfalto, justo
donde Colón señala hacia el horizonte. Recuerdo que lo primero que me vino a la
mente tras el accidente, cuando pude saber qué había pasado, fue a tu madre
esperando en la ventana. A partir de ahí nunca más volví a verte, ni tan
siquiera en el juicio por la denuncia que pusiste contra mí, por aquella
maldita imprudencia con resultado de lesiones graves. Sé que aprendiste a andar
en silla de ruedas, tal como lo hice yo. Me han dicho que sigues
siendo aquella muchacha que conocí siendo un chaval, tan alegre y tan viva. No
pude volver a conducir mi moto y ahora subo al autobús por la puerta de atrás.
Cuando me deslizo por su rampa y accedo a la plataforma, me coloco de forma que
puedo ver por la ventana y es al pasar por delante de tu puerta, cuando me
pregunto si todavía sigues ahí.
© Gaelia 2018
Comentarios
Publicar un comentario