SEÑUELOS
De un certero bocado, le arrebató el pincel. La
frase la vi escrita en un débil relieve sobre la madera de un banco del parque.
Cerré el libro y fui hasta el banco más próximo, como por intuición. Alguien
había escrito otra frase enigmática: La vida pasa como una tormenta sin nombre.
Seguí buscando frases y ver si tenían un patrón inspirador. Rastreé todos los bancos del parque y solamente hallé
muescas sin sentido. Me atreví a continuar el juego y escribí en un viejo banco:
El tiempo es la única energía que no se transforma, solamente se acaba. Los
bancos con frases enigmáticas desparecieron días después.
Gaelia 2016
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