MALA CONEXIÓN
Se escucha ese «pi» infinito, tan irracional, que te dan ganas de colgar. Sin embargo es mejor esperar pacientemente y tocar la empuñadura por si llega el momento. Esta es la tercera vez que llamo a casa en una semana desde esta maldita base, donde se come mal y se duerme poco. A miles de kilómetros, lo único que quiero es hablar con Eva y con los niños. Juro que si hoy tampoco soy capaz de volar mis sueños, haré lo de siempre: contaré hasta cien antes de agarrar fuerte la empuñadura y le volaré la cabeza a quien se cruce en mi camino.
© Gaelia 2020
Comentarios
Publicar un comentario