DEPRESION HIPEREMOCIONAL
Empezó a llorar, como nunca lo
había hecho, cuando la doctora le dio la noticia. Años de entrevistas, con la angustia
del no saber qué pasaría, cómo evolucionaría su hijo ante la fatalidad de la
enfermedad. En aquella angosta salita del viejo edificio, donde la psiquiatra
pasaba consulta a gente desahuciada, afectados por el alcohol y las drogas, por
la ruina, por algunos traumas infantiesl inconfesables, insomnes o trastornados por
la sociedad de la información y la competitividad. Aquella mañana, cuando la
doctora le dijo que su hijo ya no tendría que volver, que estaba curado, lloró
como nunca.
© Gaelia 2020
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